Llantas Recicladas
El neumático fue desarrollado por el veterinario e inventor escocés John Boyd Dunlop en 1888 para el triciclo con el cual se trasladaba su hijo a la escuela.
Este extraordinario invento supuso un ahorro muy importante en la eficiencia con la que se desplaza un vehículo y la suavidad con la que se desarrolla el traslado anteriormente soportado por llantas de goma sólida o de aros de hierro o acero.
Las llantas (como las llamamos en México) están compuestas por elastómeros, alambres de acero y fibras textiles. Tienen una vida útil no mayor a diez años no solo por el uso sino por la degradación química parcial que sufre, como consecuencia en nuestro país desechamos alrededor de 40 millones de llantas al año. De esta cantidad solamente se recicla cerca de un 12% de ellas.
Una parte del resto reside en abandono generando problemas de salud muy importantes componiendo montañas ideales para la proliferación de insectos, roedores y demás animales dañinos. Se calcula que la reproducción de ciertos mosquitos, responsables de transmisión de fiebres y encefalitis, llega a ser 4000 veces mayor en el agua estancada de una llanta que en la naturaleza.
A la par existe una situación devastadora que se crea al quemar los restos de neumáticos como combustible o simplemente para deshacerse de ellos. Dicha quema genera gases como cadmio, arsénico y plomo que generan cáncer, enfermedades mutagénicas, enfermedades bronquiales y pulmonares, contaminación del aire y mantos freáticos y muchas otras consecuencias más.
Todos los materiales que las componen pueden ser reutilizados en otros procesos y con ello generar otros materiales que aprovechen las propiedades de sus componentes. En Suhab utilizamos un compuesto de llantas trituradas junto con desechos de corcho de otras industrias.
La trituración de los neumáticos se da por un proceso criogénico mecánico y posteriormente los alambres son separados con imanes de alta potencia. Una vez que se tiene la goma separada y triturada es unida con el corcho.
La obtención del corcho es una de las relaciones más sustentables que tiene el hombre con la naturaleza. El árbol llamado alcornoque, produce un tejido vegetal llamado felema que recubre el tronco y que es aprovechado una vez el árbol cumple 25 años de vida. Cada 9 o 14 años, según la zona de producción, se hace otra extracción y así sucesivamente. De tal manera que el árbol sea capaz de regenerarse y proveer de todos los servicios ambientales que realiza durante estos años, como reducir riesgos de incendio, frenar la desertización, absorber el agua, fijación de CO2, etc.
Ya con la unión de ambos materiales, se crean unas láminas de corcho reciclado de neumático con el que fabricamos productos como libretas, memorias usb, tarjetas, portavasos y muchas otras aplicaciones.
D.I. José Ignacio Nuño Escobedo
Socio fundador de Suhab.