Nuevas Libretas de Piel Reciclada.
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El órgano con mayor extensión en el cuerpo humano o animal, es la piel.
Los cueros de los animales pilíferos son tratados a través de un proceso relativamente complejo para conservar el pelo natural y hacerlos impermeables y resistentes.
Este proceso conlleva un impacto ambiental de grandes proporciones por los diferentes químicos que se deben usar en la curtiembre o tenería. Uno de los químicos que se utilizan es el cromo, considerado un metal tóxico. El cromo VI es particularmente nocivo siendo letal una dosis de solamente 6 gramos. En dosis no letales es cancerígeno y la mayoría de sus compuestos irritan ojos, piel y mucosas. Una exposición crónica puede dañar permanentemente los ojos.
Una vez el cuero es cortado según el patrón correspondiente, los sobrantes generan miles de toneladas de desperdicios. Dichos residuos si no son dispuestos correctamente pueden liberar los compuestos con los cuales fueron curtidos y contaminan de manera importante el medio ambiente.
El curtido vegetal es una alternativa viable si el propósito requiere una piel muy dura. Se utilizan plantas astringentes como las acacias o el quebracho.
Sin embargo, la utilización de la piel reciclada supone una alternativa a las pieles curtidas con cromo llamadas wet blue. Los residuos son molidos y se aglomeran formando una base de 1mm aproximadamente que da los beneficios de transpiración de un cuero tradicional. A su vez se une a un soporte de microfibra que da permeabilidad y resistencia. Por último se le da un acabado de mezclas de resinas líquidas y poliuretano base agua.
El lienzo es 100% aprovechable y genera un ahorro del 15% en comparación con una piel tradicional.
D.I. José Ignacio Nuño Escobedo
Socio fundador de Suhab.